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La crisis de los almacenes y otras operaciones de manipulación de materiales, y cómo puede ayudar la tecnología de vehículos de guiado automático.

La pandemia redujo la mano de obra disponible y aceleró las ventas en línea. Las operaciones de almacén crecieron y tuvieron que gestionar un mayor volumen con menos empleados. Antes de Covid-19, la respuesta a este problema era contratar a más conductores de carretillas elevadoras. Ahora, las empresas tienen dificultades para encontrar carretilleros formados. Estas circunstancias hicieron que muchas empresas se fijaran de nuevo en una tecnología que existe desde hace mucho tiempo: los vehículos de guiado automático (AGV).
Soluciones AGV rentables
Antes de Covid-19, el retorno de la inversión en AGV sólo tenía sentido para las grandes operaciones de fabricación y almacenaje. En muchos casos, estas grandes instalaciones necesitaban dos o tres turnos de trabajo para justificar el gasto en automatización de AGV. Esto ha cambiado: los AGV a precios razonables están ahora al alcance de las operaciones más pequeñas. Irónicamente, ahora hay un retraso en la entrega de pedidos de carretillas elevadoras básicas.
Distinciones entre AGV, AGC y AMR
Los AGV suelen ser de dos tipos-de horquilla o de remolque- y suelen ser unidades de mayor tamaño. Los carros de guiado automático (AGC) son más pequeños, pero tienen las mismas funciones. Los robots móviles autónomos (AMR) son los más recientes y están más orientados al comercio electrónico. Una diferencia básica entre los AGV/AGC y los AMR es que los primeros se guían por una trayectoria fija, mientras que los segundos utilizan un radar y otros dispositivos de detección -es decir, navegación inteligente- para determinar su trayectoria. También hay normas diferentes en materia de seguridad y funcionamiento.
Captar la tendencia de la automatización en el sector de los vehículos de guiado automático
La automatización sólo puede cumplir las características, ventajas y beneficios prometidos si es rentable, está disponible para entrega inmediata y mantiene el rigor en materia de calidad y seguridad. Probados durante décadas, los AGC robóticos de guiado magnético, o de cinta magnética, han demostrado su eficacia para la gran mayoría de las demandas del mercado. Esta tecnología de navegación sencilla y rentable es ideal para las operaciones de comercio electrónico en almacén. Las empresas aplican una cinta magnética especial en el suelo y la carretilla la sigue.
La cinta magnética es fácil de cambiar, por lo que se pueden hacer las modificaciones necesarias. Si la cinta se daña, es fácil de reparar.
La cinta puede complementarse con etiquetas RFID que pueden dar instrucciones sencillas al AGV. Pueden utilizarse junto con nuevas aplicaciones como Flex Tag, a la que se puede acceder desde un teléfono Android.
Un ejemplo de esta tecnología son los AGV de Kivnon. Un sistema de dos vehículos, con carga automática, que puede funcionar 24 horas al día, 7 días a la semana y es un sistema llave en mano totalmente automatizado que cuesta unos 100.000 dólares. Por supuesto, se pueden adquirir unidades más grandes y configuraciones más complejas. En comparación con la contratación (si se puede) y la formación de un conductor de carretilla elevadora, se trata de un sistema básico de automatización bastante barato.
Captar la tendencia de la automatización
Desde un punto de vista financiero, calcular el ROI es fundamental. Si sólo se trabaja en un turno, el retorno de la inversión es más lento y problemático. Por el contrario, cuando se opera en una zona de salarios altos con dos o tres turnos que funcionan cinco o más días a la semana, la amortización se produce mucho antes.
Puesto original de: Quality Digest